La diferencia con las divisas tradicionales del resto del mundo —como el dólar o el peso— es que no está a expensas de un banco central, no depende de ninguna autoridad financiera, y no existe físicamente. De esta forma no tenemos que preocuparnos por las fluctuaciones del precio en el https://where-to-get-a-personal-l99610.bleepblogs.com/36170540/details-fiction-and-monetizar-fondos-virtuales-para-bitcoin