Desde el Orengar –nombre que obtiene por el orégano silvestre que crece en las paredes verticales– se obtiene una bella panorámica de las principales montañas de la sierra de Tramuntana. La rocambolesca historia se inicia en 1811, cuando el Estado pone en venta el fortín y, en un increíble esfuerzo https://juniuse923fuw4.blogunteer.com/profile